Es bueno que el presidente ruso Vladímir Putin y el presidente americano Barack Obama hayan encontrado algo en lo que pueden estar de acuerdo. Por desgracia, ambos están equivocados.
Ni Putin ni Obama piensan que Estados Unidos sea excepcional. Para ellos, todos los seres humanos son simplemente ciudadanos del mundo.
Los principios enunciados en la Declaración de Independencia son las normas por las que todos los gobiernos (no sólo del gobierno de Estados Unidos) deberían ser instituidos y juzgados. Estados Unidos es la única nación que se cimienta explícitamente en los principios de la igualdad humana y los derechos naturales, pero estos principios son aplicables a todos los hombres y a todos los tiempos, como dijo Lincoln.