Durante generaciones, personas de todo el mundo que anhelan libertad han puesto sus ojos en Estados Unidos. Aquí, todo ciudadano puede expresar su opinión, dedicarse a su pasión y ejercer las otras libertades otorgadas por Dios que de manera injusta se deniegan en muchos países del planeta.
No obstante, eso no significa que estemos libres de reproches en todos los aspectos de la libertad. Véase el ejemplo de la libertad económica, que continúa deteriorándose un poco más cada año.
Egipto se ha visto sacudido por una serie de protestas que, según algunos comentaristas, son las mayores de su historia y que han desembocado en el derrocamiento del segundo presidente del país en tres años. Para nosotros, resulta un poco difícil imaginar que se pueda destituir a un presidente de esa forma, por tanto, ¿qué significado tienen los sucesos en Egipto para los americanos?
Aunque millones de personas han marchado de nuevo por las calles de El Cairo durante estos días, aún resulta imposible de saber si la reedición de las manifestaciones conllevará las tan necesitadas reformas económicas y políticas que el pueblo ha exigido. No obstante, las luchas en Egipto ponen claramente de manifiesto una verdad fundamental: la libertad económica es importante.
En el último número de la revista Democracy, Michael Wahid Hanna identifica los Siete Pilares del Futuro Árabe, siendo el primero de su lista el crecimiento económico y la igualdad.
Entre los problemáticos indicadores económicos de Medio Oriente destacados por Hanna se encuentran el bajo crecimiento económico, la desigualdad y el elevado desempleo, especialmente entre los jóvenes.