Buenos Aires quería hacerse cargo del transporte público, pero el gobierno federal quiere forzar el traspaso de forma inmediata y sin contrapartida económica, en un momento cuando la ciudad no dispone de fondos para hacer frente a semejante nuevo gasto ya que tiene todo su presupuesto comprometido. Sin embargo, si el propósito del kirchnerismo es realmente asfixiar financieramente a la ciudad, no es muy probable que acceda a ningún tipo de acomodo y populistamente culpará a Macri de todo ello.