El portavoz de la Cámara de Representantes John Boehner advirtió de que si el Congreso no toma medidas pronto, “Vamos a tener este caos totalmente estancado hasta después de las elecciones. ¿Y quieren hablar acerca de un desastre total? Aquí se está hablando de uno muy grande”. Tiene razón. El pueblo americano no puede afrontar los $494,000 millones del desastre total que supone el Armagedón Fiscal y este verano es el momento oportuno para que el Congreso haga algo para impedirlo.
Haciendo profundos recortes en defensa no es la forma de mantener la ventaja ante los rivales ni defender a la nación. “Las civilizaciones mueren por suicidio” decía el historiador y filósofo británico Arnold Toynbee. ¿Será que estamos transitando ya este camino? En la Fundación Heritage seguimos siendo tan optimistas como siempre y creemos en la fortaleza de los valores americanos. Por eso hemos ofrecido una solución en el Plan de Heritage: Para Salvar el Sueño Americano.
Estados Unidos aún tiene tiempo para enderezar el rumbo que lo lleva al abismo. La receta es simple: Hay que dejar de gastar más de lo que se ingresa y comenzar a amortizar la deuda ya. La Fundación Heritage tiene un plan para restaurar la prosperidad económica de la nación: Para Salvar el Sueño Americano. Y en él se especifican una serie de soluciones para acabar con el caos económico que amenaza nuestro futuro.
Como un reloj, el presidente ha vuelto a su solución política favorita: subir los impuestos. Cuando los precios del combustible subieron, pidió mayores impuestos sobre las compañías petroleras. Cuando quiso tratar de crear empleos, pidió mayores impuestos para pagar el gasto de los estímulos económicos. Cuando la atención médica necesitó un arreglo, pidió mayores impuestos para financiar Obamacare. Si el presidente Obama quisiera de verdad ser justo, buscaría una reforma fiscal como la del “Nuevo Impuesto Único” de la Fundación Heritage, incluido en su plan Para Salvar el Sueño Americano.
Hemos visto los resultados de esa teoría en la dirección a la que Estados Unidos se dirige. Incluso el presidente reconoce que el país está en graves aprietos, aunque rehúsa aceptar que él tiene el privilegio y la responsabilidad de hacer algo al respecto. Y desgraciadamente, a pesar de que él tiene el poder de ayudar a sacar al país de su crisis fiscal, constantemente ha rehusado hacerlo. Sin embargo, está criticando a aquellos que están tomando la iniciativa con soluciones reales para el pueblo americano.