“Cinco veces a la semana, con la orientación de un tutor en inglés en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, Chen ha estado utilizando la Declaración de Independencia como libro de texto improvisado”, informa el Washington Post. “Para un hombre que pasó la mayoría de la última década preso en China mientras luchaba por los derechos de sus paisanos, eso debe tener un profundo eco”.
China no es el único gobierno comunista que se interpone a la libertad. Muy cerca de los Cayos de la Florida, el régimen de Castro continúa manteniendo un férreo control sobre el pueblo cubano. Ayer se cumplieron los 110 años de la independencia de Cuba, pero tristemente 53 de esos años han transcurrido bajo la dictadura de los Castro.
El activista Chen Guangcheng y su familia más cercana ya están fuera de China. Es una buena noticia y la administración Obama merece reconocimiento por hacerlo posible. La República Popular de China es una nación autoritaria y, sí, “comunista”. Esta China es la realidad de cada día para Chen. Y es una realidad brutal para muchos cientos de millones más. Las relaciones entre Estados Unidos y China nunca serán normales mientras el régimen chino sea como es.