El presidente Obama viaja a Medio Oriente en un periplo que incluye su primera visita a Israel desde que se convirtió en comandante en jefe. Sin embargo, este viaje llega en un complicado momento de declive del liderazgo de Estados Unidos en el extranjero y de disminución de la libertad económica y la prosperidad en el país, una lamentable combinación que las propias normativas del presidente han producido como resultado.
Los estados miembros de la UE (y, de hecho, todos los países) deberían estar abiertos a la competencia y reducir la intervención estatal en la economía al mismo tiempo que fortalecen el Estado de Derecho y la protección de la propiedad privada. El libre mercado y el espíritu empresarial son las claves de la prosperidad.