El exitoso rescate de los 33 mineros chilenos atrapados durante 69 días generó una corriente de regocijo y triunfo en todo el mundo. El trabajo de los socios americanos dentro del marco de la sólida amistad entre Estados Unidos y Chile contrasta enormemente con la narrativa imperante sobre el malvado y voraz gringo que promueven líderes antiamericanos como Hugo Chávez y Fidel Castro.