Aunque el Seguro Social sí tiene parecido a una estafa piramidal ya que ha prometido mucho más en beneficios a jóvenes americanos de lo que posiblemente pueda pagar, estas deficiencias pueden arreglarse de forma relativamente fácil si los líderes políticos están dispuestos a hacerle frente al desafío. Las estafas piramidales no tienen arreglo ya que son engendros criminales diseñados para engañar a los participantes.
La mejor solución es transformar estos programas de una manera que podría dar a los miembros de AARP la confianza de que van a tener seguridad económica en la jubilación, que el Seguro Social y Medicare seguirán funcionando durante décadas y que sus nietos tendrán el mismo tipo de futuro promisorio y pleno de oportunidades que ellos tuvieron. Sin duda, esa es la clase de legado que los miembros de AARP quieren dejarles.