Irónicamente, las políticas de la izquierda obstaculizan que los hispanos sean independientes en su búsqueda por alcanzar su particular Sueño Americano. Y es que los políticos de ese color necesitan que los hispanos dependan de sus dádivas para tener cautivo el voto hispano y sólo saben ofrecer chimichangas a todo hispano que se les ponga enfrente.
El efecto adverso de Obamacare es sólo uno de los muchos ejemplos que muestran lo fácil que es prometer y lo difícil que es cumplir. El presidente nos prometió algo que nunca será. En toda democracia que se precie de ese nombre, es importante cuidar de que las autoridades en el poder no se olviden de quién los puso allí y que no se dejen intoxicar con el poder porque si no, poco a poco nos van recortando las libertades. Que el ver los tentáculos de Obamacare en acción nos sirva de advertencia.
Pero para un presidente que siempre ha tenido la magnífica habilidad de pronunciar buenos discursos, las cifras y datos que pintan una realidad distinta, están a la orden del día. Lo importante es dar la impresión que las políticas fracasadas de un gobierno más entrometido y caro pueden crear esa prosperidad económica que tanto necesitamos.