AQI había sido gravemente diezmada por las fuerzas de seguridad iraquíes y de Estados Unidos en una campaña de contraterrorismo intensiva desde 2006 hasta 2011. Pero la resistente organización terrorista ha revivido y ha crecido con fuerza después de la retirada de las tropas de Estados Unidos en diciembre de 2011. Los analistas de la Fundación Heritage advirtieron repetidamente de que uno de los impactos negativos de la retirada repentina de Irak de las fuerzas armadas de Estados Unidos sería una disminución de las iniciativas contraterroristas contra AQI.
La semana pasada, la secretaria de Estado Hillary Clinton realizó una breve visita al Cairo y Alejandría, donde la persiguieron con varias manifestaciones antiamericanas. Los manifestantes lanzaron tomates a la caravana de vehículos de Clinton y gritaron “¡Mónica! ¡Mónica!”, en referencia a la aventura extramatrimonial de su esposo. Sin embargo, lo que resultó más inquietante fue que varias protestas estuvieron organizadas por egipcios que la denunciaban por respaldar a los Hermanos Musulmanes.
Debido a la amenaza de Moscú de utilizar su derecho a veto por tercera vez para bloquear las acciones de la ONU en relación a la crisis siria, la estrategia simplista de poder blando usada por la ONU y de la administración Obama para resolver la crisis los está haciendo cada vez más irrelevantes respecto a la situación sobre el terreno en Siria.
Mohamed Morsi, el candidato del Partido Libertad y Justicia, perteneciente a los Hermanos Musulmanes, fue anunciado el domingo como el ganador de las primeras elecciones presidenciales libres en Egipto. Poco hizo la administración Obama para dejar en claro que los intentos por restringir la libertad darían como resultado una reducción o un completo freno a la ayuda de Estados Unidos. Ahora tenemos este resultado.