Los precios suben cuando hay inseguridad en el mercado sobre la continua disponibilidad del combustible que la nación necesita para operar. La cosa es ideológica, el credo verde del presidente es invertir en industrias que siguen siendo poco rentables e ir diciendo medias verdades como por ejemplo que incrementar la producción de petróleo lleva demasiado tiempo y no impactaría en el mercado durante al menos una década.