Después de tres años de hiperregulación, la administración Obama ha ralentizado de manera notable su actividad reguladora durante los últimos meses. Todo un conjunto de importantes normas han sido dejadas a un lado en un proceso de “revisión” prolongada por parte de la Casa Blanca, mientras que por dos veces se han dejado de elaborar las agendas reguladoras, que además están requeridas por un estatuto del Congreso.
La semana pasada, las noticias indicaban que una gran parte de la Comisión Militar Central (CMC), la entidad que realmente administra y supervisa a los varios millones de componentes de las fuerzas armadas de China, está ya operativa. Cuando el 18º Congreso del Partido Comunista Chino (PCC) se convoque dos días después de las elecciones de Estados Unidos, las altas esferas de la política china sufrirán un cambio sistemático, pues Hu Jintao y Wen Jiabao les cederán sus puestos a Xi Jinping y a la “quinta generación” de nuevos altos cargos chinos. Esta transición se extenderá a la cúpula militar china, que se renovará al mismo tiempo.