Las escaleras (ya sean reales o como símbolo de oportunidad) no impulsan automáticamente a todo el que se sube a ellas. Sólo aquellos que se esfuerzan por escalar alcanzan la parte superior. Cuando el presidente Obama habla de las escaleras de la oportunidad y del éxito, realmente parece tener en mente unas escaleras mecánicas: la gente simplemente se sube y todos llegan al mismo lugar sin esfuerzo.
Dejando a un lado la casi imposibilidad de crear un índice fiable del “bienestar subjetivo” y usarlo de manera práctica para evaluar la efectividad de las normativas del gobierno, el deseo del gobierno de medir la felicidad de sus ciudadanos es absurdo en el mejor de los casos y peligroso en el peor.
François Hollande ofrece a Francia un Estado omnipresente de pesadilla y el pueblo francés lo está aceptando alegremente. Las promesas gubernamentales de Hollande son un símbolo de todo lo que está mal con Europa en la actualidad y él es un representante de la decadencia de la UE, propugnando una política que es la antítesis de la libertad económica.
Pero una vez que el presidente Obama acepta el matrimonio homosexual, ¿puede él explicar por qué el matrimonio debería ser sólo entre dos personas? ¿Puede explicar por qué, según su concepción, la natalidad seguiría teniendo alguna relación significativa con el matrimonio? ¿Puede explicar por qué los compromisos de permanencia y exclusividad sexual deberían ser la norma para el matrimonio? Deseche el significado fundamental del matrimonio y estas preciadas normas lógicamente salen por la ventana junto con el significado.