No todas las sorpresas son siempre buenas. Y cuando se trata de Obamacare es peor porque las proyecciones originales se convierten en lamentables realidades. Durante estos días, la Fundación Heritage y Libertad.org siguen poniendo de relieve muchos de los diversos cambios en las proyecciones de Obamacare desde que fuera aprobada hasta ahora.
El Día de Año Nuevo fue duro para los contribuyentes, pues entraron en vigor trece subidas de impuestos. El acuerdo que alcanzaron el Congreso y el presidente Obama y que finalmente evitó (aunque sólo parcialmente) el abismo fiscal, tuvo como resultado siete subidas de impuestos más las otras subidas por Obamacare.
No todas las sorpresas son siempre buenas. Y cuando se trata de Obamacare es peor porque las proyecciones originales se convierten en lamentables realidades. Durante estos días, la Fundación Heritage y Libertad.org siguen poniendo de relieve muchos de los diversos cambios en las proyecciones de Obamacare desde que fuera aprobada hasta ahora.
Las cosas no le están saliendo muy bien a Obamacare. Ni siquiera los demócratas del Congreso son ya unos grandes admiradores de esta ley. Parece que después de aprobarla y de averiguar lo que contiene, su encanto se ha desvanecido, tanto es así que el Congreso en realidad derogó parte de Obamacare con el acuerdo sobre el abismo fiscal de la semana pasada.
Con la aparición de un nuevo estudio que señala al jarabe de maíz con alto nivel de fructosa como el culpable de la explosiva epidemia de obesidad en Estados Unidos, es importante recordar por qué estamos consumiendo tanta cantidad de este producto frente a otros más tradicionales y aparentemente más saludables, como la sacarosa y el azúcar de mesa común.
La vida es fácil cuando se tiene la mayoría, tanto que el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid (D-NV), parece creer que la tendrá para siempre. En la práctica, Reid ya ha acabado con la posibilidad de que los senadores de la minoría presenten enmiendas a los proyectos de ley. Ahora está maniobrando para cambiar las reglas del Senado