El CO2 no es un contaminante sino, por el contrario, uno de los responsable de que exista vida en la Tierra. Las plantas se alimentan de dióxido de carbono, su aumento en las concentraciones atmosféricas mejora las cosechas y, en caso de ser también el responsable del aumento de la temperatura terrestre, promueve más que ningún otro factor el bienestar del ser humano.
Quisiera poner el foco en las predicciones apocalípticas que científicos, políticos y celebridades repiten en la palestra pública y que influyen en la política pública adoptada por gobiernos de todo el mundo. El costo económico y social de semejantes propuestas afectan a miles de personas alrededor del mundo.