El golfista profesional Phil Mickelson, uno de los muchos, aunque cada vez menos, ricos que viven en California, parece que se anotó un bogey cuando la semana pasada dio a entender que puede que el tipo impositivo marginal cercano al 60%, que recae sobre los millonarios del estado, sea suficiente para hacer que huya hacia un estado con una menor presión fiscal.
La Cámara de Representantes votará hoy sobre una propuesta que dejaría el límite de la deuda en suspenso hasta el 19 de mayo, proporcionando un poco más de tiempo para el debate presupuestario general. Esto no hace otra cosa que postergar las difíciles decisiones necesarias para conseguir poner en orden la situación fiscal del país.
Esta semana salió la nueva edición del popular Índice de Libertad Económica que anualmente elabora la Fundación Heritage en colaboración con el Wall Street Journal. En este mundo lleno de cifras, decisiones y conceptos a veces incomprensibles, más de uno se preguntará por qué le damos tanta importancia en Heritage al concepto de libertad económica.
Hobby Lobby atrajo la atención de la nación cuando sus responsables anunciaron que no se inclinarían ante la violación de su libertad religiosa por parte de la administración Obama. Miles de americanos prometieron comprar en este comercio minorista durante el fin de semana para mostrar su agradecimiento por esta actitud; una actitud que le podría costar a la compañía hasta $1.3 millones en multas cada día.
El Día de Año Nuevo fue duro para los contribuyentes, pues entraron en vigor trece subidas de impuestos. El acuerdo que alcanzaron el Congreso y el presidente Obama y que finalmente evitó (aunque sólo parcialmente) el abismo fiscal, tuvo como resultado siete subidas de impuestos más las otras subidas por Obamacare.