Muchas de estas opiniones que hace cuarenta años eran aceptables para la mayoría de la opinión pública, ahora son vistas como extremas. Es decir que estas leyes se pueden convertir en herramientas que pueden ser usadas abusivamente para acallar las voces de personas o grupos que son vistas negativamente por el gobierno, las élites y la opinión pública.
El colapso de la república bolivariana es la crónica de un desastre anunciado; anunciado desde el mismo momento en el que el precio del petróleo comenzó a pinchar. No en vano, el Estado venezolano se había convertido, desde la misma época de Chávez, en una maquinaria clientelar dedicada a repartir entre la población las rentas obtenidas mediante la exportación del crudo.