Todo el mundo entiende esto: el que paga, manda. Lo inteligente del mensaje antiliberal es, como siempre, el escamoteo de su alternativa. ¿En el mercado, el que paga, manda? ¿Y qué pasa cuando no hay mercado? Según la retórica antiliberal, parece como si, en ausencia del perverso mercado, no mandara nadie.
Leí este titular sobre el presidente francés: “Hollande reclama a su Gobierno que concilie crecimiento y justicia social”. Y el famoso actor mexicano Gael García Bernal declaró: “La falta de justicia social es el mayor lastre que carga México y el resto de Latinoamérica. Sin paz social no hay justicia. Hay una cantidad absurda de millonarios, y una cantidad absurda de pobres”.
Las elecciones generales celebradas en Irlanda el viernes pasado demostraron, entre otras cosas, que los votantes irlandeses se sentían frustrados al ver que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se habían quedado con un control parcial sobre la soberanía económica del país y también les molestaban las reiteradas peticiones para que Irlanda relajara algunas de sus positivas reformas económicas del pasado.