La Primavera Árabe es el evento político más grande que haya sucedido en Oriente Medio en siglos. Estados Unidos debería ser cuidadoso y jugar bien sus cartas, apoyando la causa de la libertad pero al mismo tiempo sin permitir que elementos extremistas, antioccidentales llenen cualquier vacío de poder. Hay demasiado en juego como para tomar las decisiones políticas equivocadas.
El hecho de que el terrorista más buscado del mundo fuera capturado en una importante ciudad de Pakistán, a 150 kilómetros de la capital de la nación debería servir para acallar a esos pakistaníes que rechazaban la idea de que bin Laden estuviera ocultándose en su país como una conspiración occidental.