El sufrido pueblo de Siria necesita del liderazgo de Estados Unidos y lo necesita ya. La situación es extrema pues los activistas dicen que más de 14,000 personas han sido asesinadas desde que el levantamiento empezó en marzo de 2011. Pero las medidas efectivas han sido frenadas en las Naciones Unidas debido a la protección diplomática del régimen de Assad por parte de Rusia, al cual está ayudando.
Mohamed Morsi, el candidato del Partido Libertad y Justicia, perteneciente a los Hermanos Musulmanes, fue anunciado el domingo como el ganador de las primeras elecciones presidenciales libres en Egipto. Poco hizo la administración Obama para dejar en claro que los intentos por restringir la libertad darían como resultado una reducción o un completo freno a la ayuda de Estados Unidos. Ahora tenemos este resultado.
Es bueno ver que, aunque algunos representantes de la administración pueden tener una perspectiva descarriada, la inmensa mayoría del público americano tiene los pies bien puestos sobre la tierra. De hecho, Osama bin Laden ya hace bastante tiempo que se murió – un año para ser exactos. Por todo el mundo, se han desmantelado redes terroristas, se han diezmado a sus líderes y se han desarticulado campos de entrenamiento terrorista. Sin embargo, como el columnista del periódico Washington Examiner Cal Thomas expone acertadamente, “El terrorismo fluye de un sistema de creencias y una cosmovisión que no serán aplastadas simplemente porque unos cuantos líderes de al-Qaeda hayan desaparecido”.