Se calcula que Hamás había construido una red de más de 30 túneles interconectados a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel para llevar a cabo ataques simultáneos contra poblaciones y bases militares isrelíes cercanas a la Franja, así como para secuestrar israelíes, con el objetivo de reeditar un intercambio como el del soldado Guilad Shalit. Pero lo que posteriormente se supo de ellos fue tremendo.
En un mundo globalizado, la batalla por preservar la libertad es una batalla global. Cuantos más países adopten el socialismo populista, más difícil será que los demás, incluido Estados Unidos, mantengan sus libertades. Ahora los centros de investigación política así como los defensores y educadores del libre mercado en España tendrán que sudar la gota gorda.