Alberto Nisman era el fiscal encargado de investigar el peor ataque terrorista de la historia de Argentina: el atentado contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), en el que fueron asesinadas 85 personas y más de 300 resultaron heridas. El pasado verano se cumplieron 20 años de la matanza (18 de julio de 1994) y sus responsables siguen sin rendir cuentas ante la Justicia.
Recientemente el Departamento de Estado presentó un informe al Congreso evaluando la amenaza que supone Irán para el Hemisferio Occidental. Desgraciadamente, parece que el Departamento de Estado desatendió la posibilidad de consultar a los aliados de Estados Unidos en Latinoamérica e ignoró las investigaciones que contradecían sus afirmaciones.