La administración Obama parece decidida a no tentar su suerte antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato de este otoño.
Ya ha aplazado los mandatos de Obamacare que podrían causar un escándalo. Ahora ha frenado los cambios propuestos en Medicare que ni siquiera formaban parte de Obamacare.
El presidente Obama ha dejado claro que “no negociará” en lo que respecta a poner fin al cierre del gobierno.
Que se sepa hasta ahora, la capital de la nación no estaba dirigida por un solo poder del gobierno, ni siquiera por un solo partido político. Pero el presidente Obama está tan decidido a proteger su impopular, inviable e injusta ley de atención médica que preferiría mantener cerrado el gobierno.