Desde 1947, Estados Unidos se ha mantenido como el poder aéreo dominante de los cielos del mundo. Pero la nación se encuentra ahora en un momento crucial. Si el Congreso no revoca las reducciones presupuestarias de la administración, se pondrá en riesgo el poder aéreo de Estados Unidos. Y la seguridad nacional descansa en la continua capacidad de nuestras fuerzas en tierra, mar, aire, el espacio y el ciberespacio. Por tanto, no nos podemos permitir que ninguna de estas fuerzas desaparezca.