Es hora de que Argentina rinda cuentas, aunque los líderes del Consejo no lo hagan. El verdadero problema, según Moisés Naím, es la “sistémica deficiencia de aprendizaje” que exhiben los líderes argentinos. Si Argentina no va a participar según las reglas internacionales, se le debería negar su condición de miembro en el G-20.
Históricamente –y a pesar de su conocida inestabilidad institucional–, la Argentina supo brillar en el concierto iberoamericano como una de las naciones con mayor respeto por las libertades individuales (libertad de expresión, económica y de prensa), reforzando su posición de liderazgo regional junto al Brasil. Luego de la aguda crisis económica de 2001, la llegada del peronismo kirchnerista degradó las instituciones de la Argentina, contaminándolas con una nutrida dosis de populismo y confrontación. El fallecido ex primer mandatario –esposo de Cristina–, Néstor Carlos Kirchner, aprovechó la Cumbre de las Américas …