La Declaración de Independencia es la inmortal proclama de Thomas Jefferson acerca de los principios fundacionales de Estados Unidos de América.Es uno de los textos más importantes y trascendentales de la historia contemporánea. Este texto jurídico se leyó en Filadelfia el 4 de julio de 1776 y en ese momento nació oficialmente Estados Unidos de América como nación independiente.
Hablar del excepcionalismo americano enfurece a algunos progresistas.
Por ejemplo, el tema llevó a Oliver Stone y al profesor de la Universidad Americana, Peter Kuznick, a escribir un artículo en el periódico USA Today en el que decían que en Washington debería haber un muro con “los nombres de todos los vietnamitas, camboyanos, laosianos y las personas del resto de países que murieron [en la Guerra de Vietnam]”. Eso, indicaron, sería “un monumento conmemorativo acorde con todas las víctimas del ‘excepcionalismo americano’, un lápida para uno de los mitos americanos más peligrosos”.
En uno de los documentos más importantes de la historia –la Declaración de Independencia de Estados Unidos– los americanos se referían a sus adversarios ingleses como “Nuestros hermanos, los habitantes de Gran Bretaña”; mientras que el lema de la Revolución Mexicana era “Que mueran los españoles”. Esta disimilitud hoy puede tener diversas concepciones y a la vez puede darnos amplias respuestas.