El desprecio de la administración por la ley ha quedado al descubierto de nuevo, esta vez motivando a otros para que violen la ley a costa del contribuyente. Esto hay que repertirlo: La administración Obama está animando a que la gente viole una ley y prometiendo que usará el dinero del contribuyente para cubrir las multas en las que se incurra por la violación.
El 1 de agosto el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) incurrió en el impago de $5,500 millones provenientes de los pagos al Tesoro por los futuros beneficios médicos de sus jubilados. No se trata de una suma pequeña, sin duda. Pero para desgracia del USPS (y para ira de los contribuyentes) esta sólo marca el primero de diversos impagos anticipados y posiblemente aún mayores en meses venideros.
Dejando a un lado la casi imposibilidad de crear un índice fiable del “bienestar subjetivo” y usarlo de manera práctica para evaluar la efectividad de las normativas del gobierno, el deseo del gobierno de medir la felicidad de sus ciudadanos es absurdo en el mejor de los casos y peligroso en el peor.
El servicio de corres podría continuar como una institución obsoleta y politizada, condenada a la extinción. O bien, podría convertirse en un dinosaurio a cuenta del contribuyente existiendo gracias a miles de millones en fondos del contribuyente cada año. ¿O se le permitirá reestructurarse e innovar, dándole una oportunidad para encontrar un lugar en la economía de hoy en día? El Congreso debería respaldar la tercera opcióny darle al Servicio Postal una oportunidad de salvarse a sí mismo (y a los contribuyentes) del desastre. Eso significa permitir que el Servicio Postal adopte reformas, no frenarlo.