En Washington, los hechos pueden ser a veces una cuestión de terquedad. Supongo que es por eso por lo que los críticos de los medios de comunicación pensaron que mis comentarios, realizados el pasado lunes durante una reunión de la asociación de gobernadores (que puso de manifiesto el lento crecimiento y las fallidas políticas económicas de nuestro presidente) fueron impolíticos o descorteses.
El presidente Obama dice que está listo para retomar los asuntos “del día a día” sobre los que estamos hablando. Después de meses centrando su atención en el control de armas, la amnistía para los inmigrantes ilegales y otros temas secundarios que no encabezan la lista de preocupaciones de los americanos, es una buena noticia.
Según una encuesta de principios de este año, los votantes tienen una opinión más elevada de las cucarachas que de los congresistas. La popularidad personal del presidente Obama se mantiene sólida, pero el índice de aprobación de su trabajo está bajando. Entonces, ¿por qué son tan impopulares nuestros responsables electos?