El pueblo americano valora la integridad de sus elecciones y abrumadoramente apoya la exigencia de identificación del votante para garantizar que el día de las elecciones sea tan justo, honesto y legal como sea posible. Sin embargo, aún hay resistencia y predicciones de masiva denegación del derecho al voto si las leyes de identificación del votante continúan implementándose. La evidencia, sin embargo, prueba lo contrario.