El Washington Post criticó de manera contundente el continuo aplazamiento de la decisión de la administración acerca del oleoducto Keystone XL, tildándolo de “absurdo” y “embarazoso”. Y lo hizo por un buen motivo, mejor dicho, por muchos buenos motivos. A continuación le mostramos 7 de los más convincentes:
Una buena noticia en el Día de la Tierra: ¡Podemos impulsar la producción de energía y el crecimiento económico sin perjudicar el medio ambiente!
Debido a los años de promesas vacías por parte de la Izquierda, los políticos del Congreso y la Casa Blanca han instaurado todo tipo de normativas perjudiciales que bloquean la producción de energía, el empleo y el crecimiento económico. No obstante, esas normativas han demostrado que son contraproducentes por sí mismas: no producen los beneficios que prometieron los progresistas y perjudican a los americanos.
Hay una importante lección detrás del fracaso de Solyndra que muestra que el gobierno simplemente no puede crear demanda. Hay una forma comprobada de saber si una nueva tecnología funcionará: Se le deja la responsabilidad al mercado. Una buena idea desarrollará sus propias alas y despegará. Una mala está abocada a morir, no importa cuánto quiera alguien que tenga éxito.