A pesar de las políticas tremendamente expansivas de la Reserva Federal y de varias rondas de estímulos fiscales desde 2007, la economía de Estados Unidos aún no ha despegado. Sin embargo, algunos de sus responsables se niegan a ceder e incluso le explican a la opinión pública exactamente cómo funcionarán (con el tiempo) estas políticas keynesianas de estímulo.
Los medios de comunicación financieros están descubriendo que la China se ha atrapado a sí misma en una perjudicial política monetaria, uniéndose así a la larga lista de países en esa misma situación. Lo siguiente es que los medios de comunicación deberían comprender que la China no se enfrenta a una crisis sino a un problema a largo plazo para deshacer los efectos de malas decisiones tomadas a lo largo de varios años.
Desde el comienzo de la recesión, el mundo académico, prestigiosas instituciones internacionales y la mayoría de los funcionarios públicos presionaron para que se llevara a cabo un masivo gasto en estímulo económico. Suecia rompió la tendencia, centrándose más bien en reducir los tipos impositivos marginales y haciendo retroceder la expansión del gobierno