Si la mano de obra de alguien produce en torno a $8 la hora, ningún empleador lo contratará por más de esos ocho dólares. La empresa perdería dinero y pronto tendría que cerrar. Subir el salario mínimo hasta $9.80 la hora, como el senador Tom Harkin (D-IA) sugiere, pondría a muchos trabajadores sin experiencia fuera del mercado laboral.