Los ambientalistas de izquierda continúan luchando contra el auge del petróleo y del gas natural en el país. Ese auge tiene potencial no sólo para revitalizar ciertos sectores de la economía americana, sino para infundir vitalidad económica en algunas de las comunidades económicamente más angustiadas de la nación. No se sorprenda cuando estas comunidades hagan frente a la extralimitación regulatoria y a la histeria medioambiental.