Es hora de que este asunto se ponga en el centro de la escena. La situación merece otra actitud. Para eso la clase política, las distintas jurisdicciones y sobre todo, la sociedad civil deben involucrarse y comprometerse. Lo hecho hasta acá es poco y a las luces de lo que acontece a diario, evidentemente insuficiente. Lamentablemente la inseguridad sigue siendo esa prioridad postergada.