Obamacare, un caso que toca el núcleo de la Constitución y cuyo resultado podría alterar de forma fundamental el papel del gobierno federal y su poder sobre el pueblo. Y hoy la Corte hace justamente eso al abrir sus puertas y comenzar a sopesar los argumentos sobre la constitucionalidad de la importantísima ley de salud del presidente Barack Obama.
Hace hoy dos años, el presidente Barack Obama ponía su firma para promulgar Obamacare, una ley de 2,700 páginas que alterará radicalmente el sistema de salud de Estados Unidos y sembrará el caos en aspectos como costos médicos, calidad de la asistencia y los derechos fundamentales de un modo que está más allá del alcance de nuestra imaginación.
Los americanos no acatan las instrucciones de Washington. Por su buen carácter y dedicación a los principios de la libertad, los americanos nunca se resignarán a ser los pupilos de un estado burocrático donde todo esté sujeto al control gubernamental, al dictado de los regímenes reguladores y al antojo administrativo. Obamacare es un cáncer. No debemos descansar hasta que nos libremos de él.
todas las estrategias de la administración y de sus aliados progresistas consisten en cómo transmitir mejor el mensaje de esta odiada ley según se aproxima el aniversario de su aprobación y mientras la Corte Suprema esté escuchando los argumentos orales sobre su constitucionalidad. Ojalá la administración pusiera el mismo empeño en bajar los precios del combustible o en crear empleos.
Si no fuese por Obamacare, no tendríamos este problema. Con “este problema”, queremos decir, por supuesto, la regulación de Obamacare que obliga a los planes de seguros médicos a proporcionar cobertura, sin copago, para la contracepción, la esterilización y para lo que mucha gente piensa que son drogas abortivas. Cuando se anunció el pasado agosto, el mandato de cobertura obligatoria sólo contenía una muy limitada exención religiosa. Eso significaba que se aplicaría a muchos empleadores religiosos que objetaban en términos religiosos o morales, proporcionar, pagar o participar de algún …