Esta erosión de libertades religiosas básicas a manos de la burocracia de Obamacare es la clase de choque de gobierno versus libertad religiosa que los Fundadores ya previeron cuando, en la Primera Enmienda de la Constitución, establecieron que “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades”. A pesar de esa prohibición, la administración Obama ha impuesto su voluntad a las mismas instituciones que la Primera Enmienda intenta proteger.
La Corte Suprema aceptó hoy revisar los casos que plantean la cuestión de si el Congreso tenía la facultad de adoptar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA) –conocida coloquialmente como ObamaCare– y, si no, qué componentes de esa ley deben derogarse y cuáles pueden sobrevivir.