La nueva comisión que cobrará Bank of America es en sí misma una respuesta a otra disposición de Dodd-Frank: los controles federales de los precios que los bancos pueden cobrar a los minoristas cuando los consumidores utilizan tarjetas de débito. Los críticos predijeron que esos controles de precios serían contraproducentes y darían lugar a nuevas comisiones a cobrar a los consumidores. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido ahora.