Un proyecto energético que sería positivo para la economía de Estados Unidos, ¿se puede construir sin ayuda del contribuyente y con poco o nulo impacto para el medio ambiente? Pues sí. Ese sería el caso del oleoducto Keystone, el cual sigue bloqueando el presidente Obama. Una nueva declaración de impacto ambiental, hecha pública el viernes, indicaba una vez más que el oleoducto Keystone XL es seguro.
En Washington, es costumbre que la administración presidencial haga públicas los viernes a las cinco de la tarde aquellas noticias que no le gustan, “enterrándolas” así en la maraña informativa del fin de semana. De modo que vale la pena estar atento al momento cuando todos salen del trabajo a disfrutar del fin de semana.
Precisamente, a última hora del viernes pasado, el Departamento de Estado hizo pública una revisión medioambiental positiva del oleoducto Keystone XL. Un oleoducto que transportaría el petróleo de Canadá hasta las refinerías de Texas y cuya construcción ha estado retrasando el presidente Obama durante más de tres años.
La pasada semana, el presidente Obama anunció su intención de vetar la propuesta cuando avisó: “Rechazaré cualquier intento de vincular Keystone con el recorte de impuestos sobre la nómina”. Para ser completamente claros, la única parte de este proyecto de ley que significativamente creará empleos es la única parte que el presidente Obama está amenazando con vetar.
El rumbo que sigue el presidente en política energética busca apaciguar a un grupo muy concreto de su base electoral, pero a un costo enormemente alto. Mientras que los americanos luchan por llegar a fin de mes, pagar sus cuentas y encontrar empleo, el presidente Obama está dando la espalda a nuevos trabajos y fuentes seguras y asequibles de energía.