El activista Chen Guangcheng y su familia más cercana ya están fuera de China. Es una buena noticia y la administración Obama merece reconocimiento por hacerlo posible. La República Popular de China es una nación autoritaria y, sí, “comunista”. Esta China es la realidad de cada día para Chen. Y es una realidad brutal para muchos cientos de millones más. Las relaciones entre Estados Unidos y China nunca serán normales mientras el régimen chino sea como es.