Nuestro gobierno federal es muy bueno moviendo el dinero de un lugar a otro. De hecho, un 70% del gasto del gobierno federal consiste simplemente en enviar dinero de un sitio a otro, perdiéndose parte del total en el proceso. “En efecto, el gobierno se ha convertido básicamente en una máquina gigantesca de transferir dinero”, indica John Merline en Investor’s Business Daily, “tomando $2.6 billones de unos para entregárselos a otros”.