Financiar una fuerte defensa nacional es necesario para proteger la soberanía y los intereses de Estados Unidos. El Congreso debería trabajar para restablecer la financiación necesaria para la seguridad de modo que las fuerzas armadas de Estados Unidos puedan cumplir con su misión de proteger y defender al pueblo americano.
“Es un barco sin marineros. Es una brigada sin balas. Es un escuadrón aéreo sin suficientes pilotos calificados. Es un tigre de papel”, comentaba el secretario de Defensa Leon Panetta sobre los efectos de los “secuestros” de fondos que se avecinan, que reducirán en más de medio billón de dólares el presupuesto de defensa durante los próximos 10 años.