La cuestión a la que nos enfrentamos hoy en día es si el federalismo está vivo todavía en nuestra actual república. ¿Pueden el tamaño y el alcance del gobierno nacional ser devueltos a los límites constitucionales? ¿Qué pueden hacer los estados para frenar la expansión invasiva del gobierno central en áreas de tradicional control estatal? ¿Cuán peligroso es esto para nuestra supervivencia en el tiempo como nación soberana?
La multitud estalló en unas tremendas carcajadas cuando Kevin J. “Seamus” Hasson dio en el blanco. “Tengo que decir en lo referente a la libertad religiosa y a las otras grandes cuestiones constitucionales que en este momento están en juego que: Por muy mal que piense Ud. que están las cosas, por muy deprimente que sea la situación, por muy grave que le parezca, es casi seguramente peor de lo que Ud. piensa”.
Y eso hicieron los Fundadores, creando un sistema que ha funcionado durante más de 200 años. Es un sistema que reconoce la libertad y la seguridad como amigas, no como rivales la una de la otra. Es importante que los americanos reconozcan hoy que, al ir cambiando el mundo, deberemos adaptarnos si queremos continuar conservando tanto la libertad como la seguridad.
Después de las elecciones de noviembre de 2010, cuando el partido del presidente perdió el control de la Cámara de Representantes, Barack Obama le dijo a Estados Unidos que, allí donde no pueda legislar, él regulará. En el último año, el presidente ha estado la altura de esa promesa y ahora promete que la cumplirá aún más a rajatabla en 2012.