Suena como sacado de una película. Un arma nuclear detona a gran altitud, generando una gran cantidad de energía electromagnética que produce gran devastación en Estados Unidos — destruyendo la electrónica, colapsando las comunicaciones, paralizando el transporte y apagando toda energía eléctrica. Desafortunadamente, la amenaza de un ataque de pulso electromagnético (EMP) es del todo real y es hora de que los líderes de América despierten ante esta realidad. Pero un arma nuclear no es la única forma en que puede generarse un ataque EMP. Incluso la actividad solar, si …