Aunque Estados Unidos no tuvo una fundación cristiana en el sentido de la creación de una teocracia, su fundación fue profundamente moldeada por verdades morales cristianas. Más importante aún, creó un régimen que daba la bienvenida no sólo a cristianos sino también a los practicantes de otras denominaciones religiosas.
El matrimonio es la base necesaria de la familia y por tanto esencial para la existencia y bienestar sociales. La erosión de la institución matrimonial por tanto afecta a comunidades pequeñas y grandes, reduciendo la felicidad humana, debilitando la sociedad civil, produciendo consecuencias sociales negativas e imponiendo considerables costos nuevos a los contribuyentes.