El presidente Obama bajó de su avión ayer en Israel en medio de una nueva oleada de informes que sugieren que puede que ya se hayan utilizado armas químicas en Siria.
El gobierno sirio acusó a las fuerzas rebeldes de usar armas ilegales en un ataque que mató a 25 personas e hirió a 86 en el pueblo de Khan al-Assal, cerca de la ciudad norteña de Alepo, que lleva sufriendo durante mucho tiempo la devastación causada por los intensos combates.
Debido a la amenaza de Moscú de utilizar su derecho a veto por tercera vez para bloquear las acciones de la ONU en relación a la crisis siria, la estrategia simplista de poder blando usada por la ONU y de la administración Obama para resolver la crisis los está haciendo cada vez más irrelevantes respecto a la situación sobre el terreno en Siria.