¿Y qué hace Estados Unidos al respecto? Durante años, las Fuerzas de Operaciones Especiales y la CIA han mantenido una pequeña presencia bajo el radar en Yemen; han adiestrado fuerzas de seguridad gubernamentales y efectuado ataques con drones contra sospechosos de terrorismo, como Anwar al-Aulaqi, el ideólogo de al-Qaeda en la Península Arábiga al que mató un misil Hellfire en 2011.
Las amenazas físicas y cibernéticas de los islamistas radicales dominaron una audiencia del Senado el miércoles, pero el senador Ron Johnson, republicano por Wisconsin, mencionó otro reto que puede ser aún más grave – un ataque de pulso electromagnético (EMP) provocado por terroristas o por la actividad solar.
La Constitución otorga al presidente de Estados Unidos el pleno “poder ejecutivo” del gobierno federal. Se le denomina “Comandante en Jefe del Ejército y la Armada de Estados Unidos y de la Milicia de los diversos Estados, cuando se llamen al servicio activo de Estados Unidos”. De esta forma la Constitución concede la máxima autoridad de la seguridad nacional a un solo ejecutivo.
El comandante del Cuerpo de Marines, el general James Amos, advirtió recientemente que más recortes de defensa paralizarán la capacidad de luchar del Cuerpo de Marines. Al trabajar para proveer la defensa común de la nación, es necesario que los políticos de Washington tengan en cuenta las capacidades de la Armada y el Cuerpo de Marines para plantarle cara a los retos del siglo XXI.