El último horror acaecido el 25 de agosto ha sacudido a México. En un asalto desvergonzado y sin sentido, al parecer parte de un plan de extorsión, los miembros de la organización criminal Los Zetas prendieron fuego con bombas incendiarias a un casino en Monterrey, México. En el resultante infierno, murieron 52 mexicanos, principalmente mujeres de clase media y sin conexión con el narcotráfico.
Sea de que se trata de la publicación retardada del informe 2011 sobre las fuerzas armadas chinas y los desarrollos en seguridad que prepara el Departamento de Defensa (DOD) o de las declaraciones del vicepresidente Joe Biden con respecto a los derechos humanos en China, queda cada vez más claro que la administración Obama tiene una visión totalmente incoherente de la República Popular China.
La administración Obama ha estado echándose flores por su política de reseteo con Rusia, describiéndola como uno de sus mayores logros diplomáticos. Si se mira más de cerca, sin embargo, queda claro que el reseteo no ha sido más que una lista de concesiones a un estado cada vez más beligerante y agresivo.
En septiembre, el presidente Obama debe pronunciar un discurso en el que desvelará un nuevo plan para crear empleos y hacer que la economía de Estados Unidos crezca otra vez. El problema es que el plan probablemente estará diseñado con las mismas nociones que produjeron las políticas que han llevado a la economía de la nación donde está hoy. Si Estados Unidos no desea seguir con déficits y desempleo sin fin, entonces hace falta una nueva agenda.