Reducir el gasto –incluyendo muy en particular los programas de derechos a beneficios— en busca de un presupuesto equilibrado que al mismo tiempo proteja a Estados Unidos y no aumente los impuestos. Hecho correctamente, esto llevaría al crecimiento económico, más empleo, menos gobierno y el recuperación de la calificación crediticia del país. Lo podemos lograr.
Las olvidadas noticias provenientes del Departamento Locos por Culpa del Calor cuentan que los activistas contra la sobrepoblación global están están irritadísimos porque la estrella del fútbol David Beckham y su esposa, Victoria, se han atrevido a seguir engendrando hijos. Vaya ejemplo de “crimen contra la naturaleza”. Afortunadamente, como señalaba el Wall Street Journal, los Beckham tuvieron la cordura de no perder los estribos después de que el nacimiento de su cuarto hijo desatara las iras de una organización británica sin fines de lucro llamada Population Matters.
WEBMEMO #3337 El viernes, 5 de agosto, Standard & Poor’s (S&P) rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos desde AAA –la mejor de su clase— hasta AA+. De un plumazo, S&P envió dos mensajes distintos y de gran alcance. En primer lugar, como la Fundación Heritage y muchos otros advirtieron, las reducciones del gasto en el acuerdo negociado por el presidente Obama para subir el límite de la deuda eran total y infortunadamente inadecuadas. En segundo lugar, la economía global, la economía nacional y las finanzas de los estados, todas a …
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, aseguró que nunca sucedería. Y con tanto politiqueo, lo que nunca iba a pasar, pasó. Ayer, la agencia de calificación crediticia Standard and Poor’s (S&P), degradó la deuda de Estados Unidos por primera vez en su historia. La nación perdió así su envidiable AAA y se quedó con AA+. No será el fin del mundo pero cómo va a costar recuperar lo perdido.