La pasada noche, el presidente Obama continuó con su secuestro del Sueño Americano. Utilizando un lenguaje aceptado desde hace muchos años como parte de la tradición americana, adoptó la pose de defensor del trabajo duro, la responsabilidad y otros valores tradicionales. Pero no nos deberíamos dejar engañar. Su visión del Sueño Americano no es la verdadera. Más bien se trata de la visión imaginaria que desde hace mucho tiempo han venido soñando los progresistas de Estados Unidos, pero que también ha sido rechazada desde hace mucho tiempo por el pueblo americano.
Sabíamos que el presidente Obama tardaría en remitir su propuesta presupuestaria para el ejercicio fiscal de 2014, pues ayer el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, despreció en gran medida la fecha límite legal, argumentando a favor del “contenido por encima de los límites de fecha”, en lo que respecta a la valoración del presupuesto del presidente.