No hay manera de predecir cuál será el resultado de las elecciones de 2012. Pero serán un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos: O bien nuestros líderes guiarán al país aún más lejos por el camino del “progresismo” o bien comenzarán un largo y lento retorno hacia los principios de la Fundación Americana. Para ayudar a nuestros líderes a tomar las opciones correctas, la Fundación Heritage ha marcado un hito con la publicación llamada Changing America’s Course (Cambiando el rumbo de Estados Unidos).
Los casi 80 diferentes programas de bienestar social que opera el gobierno federal también necesitan una reforma sustancial. En lugar de abordar las causas de la pobreza, el enfoque de Washington ha sido gastar más dólares del contribuyente –cerca de $ 1 billón por año– en un creciente número de programas que tienden a atrapar a los pobres en la pobreza. Ninguno de estos programas incluye disposiciones funcionales para promover la responsabilidad personal, como los requisitos de trabajo y límites de tiempo. Y el gobierno ha hecho mucho más fácil que la gente reciba asistencia social desalentando el trabajo.
Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo (bastante por debajo de las expectativas) a la vez que la tasa de desempleo subió hasta el 8.2% y las cifras de empleo desde marzo y abril fueron revisadas a la baja de manera significativa.
El presidente Obama concedió la Medalla Presidencial de la Libertad ayer martes a Dolores Huerta, activista sindical de 82 años de edad y co-fundadora del sindicato United Farm Workers. Huerta también es presidenta honoraria de Socialistas Democráticos de Estados Unidos. Esta organización se autodescribe como “la mayor organización socialista en Estados Unidos, y filial principal en EE.UU. de la Internacional Socialista”.
Arriba es abajo, izquierda es derecha, bueno es malo y el día es la noche. Si Ud. pasea por dentro de la carretera de circunvalación de Washington D.C., entrará en un mundo estrambótico en el que, a veces, el sentido común es reemplazado por una lógica local que es completamente ajena a la realidad.
No importa lo que la retórica electoral inspire en estos días, los hechos puros y duros hablan de una realidad distinta a la que nos quieren pintar. El presidente ha gastado demasiado y por el camino, nos ha endeudado mucho más de lo imaginado. Lo mejor que podríamos empezar hacer para alterar este rumbo a la bancarrota es empezar a frenar el gasto. Así evitamos terminar en la triste situación de Europa. Pero en año electoral, nos ofrecerán que nos van a dar más cosas, aunque no tengan con qué pagarlas.